La semana del 6 al 12 de Octubre se celebró la Semana Mundial de la Lactancia Materna y ayer 15 de Octubre fue el Día Internacional del Duelo Perinatal dos temas que en un primer momento pueden parecer antagónicos y que quizás al leerlo de inicio te pueda parecer incluso cruel poder mezclarlos en un post.
Déjame decirte que no es así.
La vivencia de un duelo perinatal es devastadora, impactante y muy cruel sin lugar a dudas. Escuchar “no hay latido” es algo para lo que nunca se está preparada/o y te envuelve en un huracán de emociones que nadie quiere vivir, pero cuando ese impacto inicial va aflojando hay situaciones que se deben afrontar y que sabemos que pueden hacer que esa familia viva ese momento de una manera más amorosa, menos traumática y pueda iniciar un duelo sano.
El dolor tan intenso que está viviendo esta familia no podemos quitárselo pero validar el dolor que están sintiendo es un primer paso importantísimo para que puedan dar cabida a su pérdida. Ese dolor no conoce de semanas gestacionales, de tiempo de vida, de tiempo de crianza…el dolor es sólo dolor.
Cuando esta pérdida se produce en el embarazo (a partir de la semana 20) o al poco tiempo de haber nacido el bebé la madre muy probablemente vaya a tener la subida de la leche, sino la ha tenido ya, y ésta se puede afrontar de muchas maneras, no necesariamente se tiene que inhibir. Os cuento…
Los profesionales debemos informar a la familia, en especial a la mujer que es la que va a tomar la decisión, de que esa leche se puede inhibir de forma farmacológica, se puede inhibir de forma fisiológica o se puede mantener y recoger para donarla a un banco de leche.
Hoy quería centrarme en la opción del mantenimiento de la lactancia y la donación a un banco de leche humana porque creo que es una opción que la mayoría de familias desconoce.
La leche se recoge y se dona de manera altruista al banco de leche más cercano a tu ciudad. Para ser donante en estas circunstancias sólo hay que contactar con el responsable de la unidad y ponen muchas facilidades para la recogida de la leche. No hay cantidad mínima, no hay obligaciones, se dona cuando se tiene y cuando se puede.
Donar la leche supondrá que muchos bebés prematuros, que han nacido antes de lo que les tocaba van a poder alimentarse con ella y evitar así complicaciones asociadas a la ingesta de leche artificial con un intestino tan prematuro como ell@s. Las madres de estos bebés, en la gran mayoría de los casos, pasan horas y horas en el lactario estimulándose para intentar conseguir algo de leche para sus hij@s pero el estrés y la ansiedad de ver a sus pequeñ@s ingresad@s en una UCI no ayuda a conseguirlo.
Para la madre que ha sufrido la pérdida mantener esa subida de leche lleva consigo dar visibilidad física a su dolor, dar presencia a ese bebé que no va a estar pero que su cuerpo estaba esperando. Dejar que sus pechos lloren.
Y esa leche que llora va a ayudar a otros bebés a salir adelante.
Por todo esto, estas donaciones son tan importantes y tienen tanto valor.
No será una opción válida para todas las familias, está claro, pero para algunas sí. Démosles la opción de elegir.
Apoyo, sensibilización y humanización de la atención a la muerte y el duelo perinatal
Los bancos de leche Humana son centros especializados responsables de la promoción y apoyo a la lactancia materna, donde la leche humana donada por madres donantes seleccionadas, se recibe, se procesa, analiza, almacena y posteriormente se distribuye a las unidades de neonatología con las máximas garantías de calidad y seguridad para alimentar a recién nacidos hospitalizados (neonatos enfermos y prematuros) y que no dispongan de leche suficiente de su propia madre.